Menu

Buscar este blog

Stirling, Glen Coe, Fort William

En nuestro camino buscando el norte de Escocia, buscando la tierra del Whisky, que de todo tiene que haber en los viajes y, como no, buscando al monstruo del Lago Ness, encontramos algunas maravillas que, más tarde o más temprano, tendreis que ir a ver, porque son paisajes inolvidables. En esta ocasión salimos desde Edimburgo y, en un viaje de poco más de 200 kilometros, echariamos el día para ver lo que a continuación os contaré, maravillas de la naturaleza.
La primera parada  fue en Stirling, para ver su famoso castillo, declarado monumento nacional y que alberga un cuartel y el museo de un regimiento del ejercito británico. 

A unos 60 kilometros de Edimburgo se encuentra la ciudad de Stirling y, en ella, el castillo del mismo nombre, visita obligada para los visitantes de la zona.
Las defensas exteriores del castillo que dan hacia la ciudad datan de principios del siglo XVIII




Recreacion de la zona de trabajo del castillo



Robert Bruce, noble escocés, se levantó contra Eduardo de Inglaterra, junto con William Wallace (Braveheart), tras la Guerra de la Independencia fue nombrado rey en 1306 y garantizó la independencia de Escocia.
 Interior del Castillo






El monumento nacional Wiliam Wallace es una torre terminada en 1869, situada cerca de Stirling, a unos 4 kmts, siguiente parada en nuestro camino hacia Fort William. Conmemora a William Wallace,  un soldado escoces que luchó contra Eduardo I de Inglaterra en la Guerra de la Independencia. Según dicen William observó desde la torre al ejercito inglés antes de la Batalla de Stirling.



Si tienes mucho interés en ver lo que veía William desde lo alto, pues nada, entras y subes, a traves de una escalera de caracol, 264 escalones, también puedes ver objetos que, se dice, pertenecieron a William Wallace, como su famosa espada de 1,67 metros, así que el tío sería para dar miedo verlo. En 1997 se instaló una nueva estatua del héroe pero, por lo visto, se parecía más a Mel Gibson, que lo interpretó en Braveheart, que al original, así que los nativos no estaban demasiado contentos y que, incluso, sufrió actos de vandalismo que terminaron por dañar la cara de la estatua que primero fue protegida con barrotes y, poco después, retirada.




Siguiendo nuestro camino hacia Fort William, fuimos rodeando El Glen Coe, uno de los valles mas importantes de la zona, considerado uno de los lugares mas espectaculares y bonitos de Escocia. Está situado en las tierras Altas, no podrás pasar sin bajarte a hacer fotos y contemplar la belleza y la paz que desprenden esas tierras.
A unos 150 kilometros del monumento llegamos a Fort William, una villa de unos 10.000 habitantes, aunque nosotros no llegamos a entrar en el pueblo porque, en realidad, era un sitio de paso, dar un paseo, cenar, dormir y salir por la mañana siguiente.

Pero en este viaje nada es como en otros que habiamos estado, donde habiamos dormido en sitios que no nos dejaban huella. Aquí cualquier sitio, cualquier rincón, lo recuerdas para siempre. Una vez más, os tengo que recordar a mi agencia de viajes particular, mi amiga y compañera de aventuras, Inma, que es la encargada de la logistica. ella se encargó de todos los alojamientos, hasta ahora nunca ha decepcionado y aquí, además, nos sorprendió de forma muy agradable, porque el sitio era espectacular.

 En esta casa-hotel, estuvimos alojados, habia pocas habitaciones y eran gigantes, la familia propietaria, un matrimonio mayor con una hija y un hijo, que eran superamables. La anecdota del dia fue la siguiente, tienen un bar en la planta baja, donde sólo sirven, como no, whisky, estuvimos por la noche, despues de cenar fuera, tomando una copa y, a la hora de acostarnos, le dijimos al hijo, que llevaba el bar, que nos gustaria hacernos una foto con toda la familia como recuerdo de nuestra visita. Así que el hijo, ni corto ni perezoso, fue a llamar a la madre, que ya estaba acostada, se levantó y los cuatro se hicieron una foto con nosotros, así que imaginad la amabilidad de la familia.



La vista que tenía desde la ventana de mi habitación era esta, y estaba a unos 50 metros de esa maravilla, así que el sitio era para quedarse una semana si lo que quieres es tranquilidad. 



La casa no tiene comedor, así que a unos 500 metros había un restaurante con esa planta que se ve y esas vistas, podias bajar y recorrer el jardin hasta el agua.


 En fin, este no es un viaje demasiado monumental, es mas de paisajes, y nunca puedes traer, en las fotos, lo que traes en la retina, pero espero que os hagais una idea de lo que vivimos y os ayude a decidiros por este viaje. El próximo día cogeremos el coche y nos iremos hasta Portree en la Isla de Skye, pero eso es otra historia....