La Pasarela fue una pasarela mirador peatonal de hierro,
construida en Sevilla inspirada en la Torre Eiffel que cruzaba sobre la plaza
que recibe el nombre de plaza de don Juan de Austria para evitar el cruce al
mismo nivel de los peatones con el tráfico de la calle de San Fernando y las
avenidas de Carlos V, del Cid y de Menéndez y Pelayo, dando paso por tanto
desde la zona sur de la ciudad de Sevilla, con el entonces espacio vacío que
suponía el Prado San Sebastián.
Este elemento estructural, dio nombre extraoficial a toda la
zona, que todavía se conoce a día de hoy como "la pasarela", y es
el punto de unión de los barrios de Santa Cruz (perteneciente al distrito Casco
Antiguo), San Bernardo (distrito Nervión) y El Prado-Parque de María Luisa (distrito
Sur).
Fue obra del ingeniero Dionisio Pérez Tobía y fundida en los
talleres de Pérez Hermanos y fue inaugurada el 18 de abril de 1896.[2] Tenía
cuatro escaleras de acceso y un quiosco central en en punto de unión de las
mismas que se adornaba con globos de luz blanca durante los días que duraba la
fiesta con casi 800 luces de gas y un arco voltaico en su cúpula.
Debido a que en esa época, la feria de abril se celebraba en el
Prado de san Sebastián, la Pasarela se convirtió en la portada permanente del
Real de la Feria, desde su construcción hasta su demolición, que se decidió en
1921 debido a un ensanche en la zona, vendiéndose como chatarra sus 81 toneladas de
hierro por 45.728 pesetas. En su lugar se instaló en 1929 una fuente
alegórica a las cuatro estaciones, que aún permanece en el citado lugar, obra
de Manuel Delgado Brackenbury.