A unos 25 kilómetros de Albi encontramos un pueblo precioso, de los que
lo más importante es pasear por ellos y empaparse de su encanto. Es un
pueblo medieval enclavado sobre un monte y rodeado de murallas.
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Mapa de Cordes al principio de la subida. |
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Cada rincón es una fotografía |
El fundador del pueblo fue Raimond VII, que quería erigir una fortaleza contra el avance de las tropas enviadad desde el norte de Francia para acabar con los cátaros, en la cruzada que se lanzó contra ellos. también sirvió para acoger a la población que se había quedado sin vivienda tras la guerra. Se convirtió en la plaza más fuerte de los albigenses. la ciudad sufrió los ataques de la Inquisición persiguiendo a los Cátaros.
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Parte de la muralla |
Cordes está lleno de callejuelas, empedradas y tortuosas y, por supuesto, cuesta arriba, pero merece la pena la visita.
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Una casa cualquiera |
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En cada calle se percibe el medievo |
El pueblo está formado por cuatro murallas concéntrica, como si fuera un laberinto, en el Mercado hay un pozo donde, se dice, que los ciudadanos de Cordes, allá por el siglo XIII, tiraron a los inquisidores, por lo que todo el pueblo fue excomulgado, hay una cruz encima en recuerdo de los tres inquisidores.
Puedes visitar el Museo del Azucar y Chocolate, donde hay figuras muy elaboradas.
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Mercado de Cordes |
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Subida hasta la Iglesia |
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Una librería donde se pueden ver artículos interesantes. |
Este pueblo se encuentra también enclavado junto a los viñedos de una de las denominaciones de origen de los grandes vinos de Francia, es la denominacion de Gaillac, así que podéis aprovechar para comprar alguna botellita y probarla, que de todo hay que hacer en los viajes.