Siguiendo nuestro viaje, fuimos bajando y entramos en la Selva Negra, concretamente en Schiltach, una preciosa ciudad alemana rodeada de frondoso bosques a orilla de los rios Kinzig y Schiltach, de casitas pequeñas con entramado de madera. Estos no son pueblos de gandres monumentos ni palacios, pero no tienen nada que envidiar de estos. Solo pasear por sus callejuelas limpias, llenas de flores, con el rio acompañandote, es una maravilla que no te puedes perder.
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Plaza del Ayuntamiento | |
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Cuadro donde se ve el ayuntamiento y todo el pueblo procesionando en Navidad |
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Ayuntamiento |
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Rio Kinzig |
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Ventana típica. |
En fin, un pueblo al que me gustaría volver cuando estuviera nevado, porque debe ser un espectaculo digno de admirar.
El siguiente pueblo en el que paramos fue Triberg, capital mundial de los relojes de cuco. Los paisajes de estos pueblos son similares, como es lógico, casas con entramados de madera. En este pueblo se encuentra el reloj de cuco más grande del mundo, en realidad una casa entera convertida en reloj de cuco.
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Entrada al pueblo |
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Una de las tiendas de relojes, sobre todo, y souvenirs |
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Maquinaria del reloj mas grande del mundo |
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Frontal del reloj |
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Relojes de todo tipo, verdaderas obras de arte |
Triberg es tambien conocida por la receta original de la tarta de la Selva Negra. Bueno, ya hemos cubierto otra etapa de esta ruta. Seguiremos informando en breve.