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Parador de Santiago

Visitar el Parador de Santiago de Compostela


Tuve la suerte, el pasado julio, no sólo de visitar el Parador de Santiago de Compostela, sino que además disfruté de dos noches de alojamiento en el mismo. Es el mejor parador que he visitado, tanto por su belleza, como por su historia.


Puerta principal del Parador de Santiago



El Hostal de los Reyes Católicos, así se llama el Parador, tiene una historia fascinante

En 1486, los reyes Católicos inician el camino de peregrinación a Santiago, en una época en que los caminos estaban llenos de bandoleros y con la nobleza y la iglesia enfrentadas entre sí. Unos años antes el hospital de la Catedral había ardido, el cual acogía a los peregrinos. Después de un intento fallido en otro edificio, ordenan al Deén de Santiago, Diego de Muros que inicie  las obras de un edificio majestuoso que, además, será el símbolo de su poder.

Planta del Parador de Santiago


La disposición del Parador en la foto es la que tiene en la actualidad, en su origen tenía dos patios y planta de cruz latina.

El documento por el que ordena el inicio de las obras decía textualmente " Por cuanto nos somos informados e certificados en en la dicha cibdad de Santiago donde concurren muchos peregrinos e pobres de muchas naciones a visitar el bienaventurado señor Satiago Apóstol e Patrón de nuestras Españas ay mucha necesidad de un ospital donde se acojan los pobres peregrinos e enfermos que allí vinieren en romería e por falta del hedificio han perecido e perecen muchos pobres enfermos e peregrinos por los suelos de dicha yglesia e otras partes por no tener donde se acojer a quien los reciba e aposente... mandamos por ello facer un ospital a nuestras costas el qual entendemos dotar de nuestras propias rentas".


En la entrada del Parador, a derecha e izquierda, hay un corredor y cadenas, esta es la explicación:

La frontera del Hospital 

Los postes labrados y las cadenas gruesas simbolizan el territorio fronterizo que representaba el Hospital Real. Desde su fundación y hasta el siglo XIX, gozó del privilegio de tener jurisdicción propia, lo que significaba que ni el omnipotente arzobispo, ni provisores, cancillerias o capitanes generales tenían potestad sobre sus empleados o cualquiera que se ocultara entre sus muros. El administrador del Hospital era su único juez y sólo respondía ante los Reyes o el mismo Papa.
Esto dio lugar a constantes conflictos con las autoridades, que veían cómo los condenados corrían a refugiarse tras las cadenas y solicitaban derecho de asilo. Sin embargo, no todos los cautivos eran bien recibidos, ya que asesinos, salteadores de caminos y otros delincuentes tenían vedado el acceso.


Fachada principal con las cadenas - Parador de Santiago


Dentro del Parador podrás visitar cuatro patios:

El Patio de San Marcos

También llamado Patio de la Botica, fue erigido con piedra blanca de Coimbra, que era labrada con facilidad, aunque fue incapaz de resistir la incesante lluvia de Santiago y a las pocas décadas comenzó a desmoronarse. En 1555, el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón lo reconstruyó por completo al de San Juan, dotando ambos de estilizadas columnas que anticipan el renacimiento.
Se conservaron las gárgolas, los emblemas, fuentes y otros adornos góticos, así como portadas de estilo manuelino que conducen a escaleras y galerias. El patio se halla decorado con los escudos reales de Isabel y Fernando.


Patio de San Marcos o de la Botica- Parador de Santiago



Patio de San Lucas

Fue edificado en el transcurso de la ampliación del siglo XVIII, es el más original, ya que es el único ochavado, es decir, que sus cuatro fachadas se unen mediante un tramo achaflanado que genera un espacio elíptico, que es muy infrecuente en la arquitectura gallega.
Su ornamentación representa un salto al barroco, como pone de manifiesto la decoración de las placas. 

Patio de San Lucas - Parador de Santiago


Patio de San Mateo

El Patio de San Mateo es rectangular, como los dos delanteros. Está decorado con columnas de de capitel dórico, y en lugar de sólo ventanas, los alterna con balcones. El centro está ocupado por un pozo, en forma de templete, gracias a seis columnas de capitel corintio que se adosan al brocal y que sostiene una cubierta semiesférica coronada por un penacho. El cuidado jardín se mantiene con la misma decoración que tenía en los tiempos en que era hospital real, con los setos en forma de cruz potenzada y emblemas de los Reyes Católicos.

Parador de Santiago - Patio de San Mateo


Patio de San Juan

El patio de San Juan, o de la cocina, fue reconstruido a mediados del siglo XVI, para hacerlo se desmontó por completo y se sustituyó la piedra portuguesa por granito. Antiguamente albergaba la principal cocina  de la institución, así como la inclusa, una enfermería y la cárcel.
En el centro se encuentra la fuente más antigua del hospital. En ella, el agua brota por unas cabezas que recuerdan las gárgolas que coronan el primer cuerpo. 

Patio de San Juan - Parador de Santiago


La acogida de los peregrinos

En los primeros tiempos del Hospital Real emprender el camino de Santiago suponía una auténtica aventura. La dificultades orográficas que presentaban las distintas rutas, sumado a los ataques de bandidos, fieras o las peleas sangrientas con otros caminantes, suponía un verdadero suplicio para llegar a buen fin el camino. AL llegar a Santiago, el Hospital representaba una cura para sus heridas, así como reposo y alimentos. Después de cinco siglos y a a pesar de que las dificultades del camino no son lo que eran, el Hostal mantiene viva la tradición de acogida de los peregrinos. Todos los días, los diez primero peregrinos que aparecen con la "compostelana" (una especie de diploma que certifica que has hecho el camino) se gana el derecho a desayunar, almorzar y cenar durante 3 días, en un comedor habilitado para ellos. 


Escenas del interior del Parador



Pasillos del Parador de Santiago



El restaurante está a la altura del Parador, con productos de la tierra y excelente atención del personal.


Restaurante del Parador de Santiago



El parador es una obra de arte en cada uno de los rincones, así que se puede decir que merece una visita como se haría a cualquier monumento de su categoría.

Uno de los salones del Parador de Santiago


Salón en el Parador de Santiago


Entrada del Parador de Santiago




Hay visitas guiadas al Parador, podéis contratarla Aquí- Visitas al Parador de Santiago.
En fin, os he mostrado un paseo por esta maravilla de Parador, que deberíais intentar visitar, y si podéis alojaros disfrutaréis del considerado mejor parador de España.












De Santiago a Ézaro

 Visitar Noia, Muros, Carnota y Ézaro 


Al salir de Santiago, y en dirección a Fisterra, fuimos recorriendo los pueblos del camino que, aunque pequeños, merece la pena dedicarles unas horas, y llevarte la esencia de la Galicia más auténtica, aunque no cabe duda de que las grandes ciudades gallegas son preciosas, entre una y otra hay que pararse en la tranquilidad de los municipios pequeños.

A 36 kilómetros de Santiago de Compostela hicimos la primera parada, en el municipio de Noia, 


Visitar Noia

El pueblo de Noia tiene un excelente patrimonio cultural, además de su ría tiene monumentos de gran valor.


El más significativo es la Iglesia de Santa María A Nova, donde hay más de 500 lápidas funerarias de entre los siglos XIV y XVII. En su interior están expuestas las mejor conservadas.


Entrada Santa Maria A Nova - Noia


Altar Mayor Santa Maria A Nova - Noia




Es la aglomeración de lápidas más grande de Europa, en las que están grabadas aparecen figuras de gremios, figuras humanas y escudos heráldicos.


Interior de Iglesia en Noia






Interior de la Iglesia de Noia




En el casco antiguo también podemos ver los característicos arcos de lgótico marinero.




Arcos del gótico marinero, en el centro de Noia 


Otro edificio interesante es el Ayuntamiento, en general es un pueblo típico gallego, que merece la pena visitar.

Ayuntamiento de Noia


Otros monumentos de interés son la Iglesia de San Martiño y la iglesia de San Francisco.
La oficina de Información de Noia y sus horarios, la encuentras AQUÍ


Qué ver en Muros 


 Muros es un pueblo de la costa coruñesa al norte de la Ría de Muros y Noia, la pesca y el turismo son sus principales actividades. Está a 30 kilómetros de Noia y a 60 de Santiago de Compostela. 

Una vez que llegas a Muros puedes aparcar en el puerto y aledaños, es una zona de parking gratuito.


Puerto de Muros


Al llegar buscamos un sitio donde comer, y encontramos en el mismo puerto un restaurante bastante bueno,  Restaurante el Muelle


Restaurante el Muelle - Muros



El restaurante tiene una excelente calidad-precio y productos marinos de categoría. La tortilla de patatas y el pulpo también son muy recomendables.




Zamburiñas en Muros


 
La visita a Muros es fácil, es pequeño y casi todo lo que hay que ver está en los aledaños del puerto o cerca de él.


Fuente en Muros

Como en casi todos los pueblos gallego el hórreo es una figura imprescindible
Paseo en Muros


Muros, como otros muchos pueblos en Galicia, se puede ver paseando por él, sus edificios de piedra son un motivo para caminar por ellos.

Ayuntamiento de Muros


Iglesia Santa María del Campo - Muros



Siguiendo el recorrido desde Noia hasta Ézaro , llegamos a Carnota, a 16 kilómetros de Muros




Qué ver en Carnota

El reclamo más importante de Carnota es su hórreo, o mejor dicho, un enorme hórreo, que junto a la Iglesia de Santa Comba, una casa típica y un palomar antiguo.

Hórreo de Carnota


Fue construido entre 1760 y 1763, en dos fases, mide 35 metros de largo por 2 de ancho, es el segundo más largo de Galicia.

Hórreo de Carnota



Iglesia de Santa María Comba - Carnota


Junto a la Iglesia de Santa Comba está el Cementerio de Carnota, rodeada de la antigua valle, con tres puertas de entrada.


Cementerio de Carnota


Y seguimos la ruta camino de Cee, que era nuestro destino para dormir, la siguiente visita fue la cascada de Ézaro, a 15 kilómetros de Carnota y a 3 del pueblo de Ézaro.

Cascada y Mirador de Ézaro 


Subimos hasta arriba del todo con el coche, allí hay un mirador con unas vistas espectaculares. 

Mirador de Ézaro

Desde el mirador se puede ver al río Xallas fundiéndose con el Océano Atlántico, una vista realmente espectacular.

En la parte de abajo hay una amplia zona de zona verde, aparcamiento, un embarcadero, bancos y zona para niños.

Después nos encontramos una pasarela con barandilla, primero de cemento y luego de madera, hasta la cascada.

Después de la pasarela llegáis a una base en la misma roca, donde podréis admirar esta maravilla de la naturaleza.


Cascada de Ézaro


Cascada de Ézaro


Bien, y después de esta última parada salimos en dirección a Cee, donde teníamos el Hotel esa noche y seguir visitando esta maravillos tierra gallega.